El etiquetado alimentario es uno de los principales medios a través del cual el consumidor puede conocer, entre otros datos, la composición del alimento y los alérgenos alimentarios de un producto envasado.
Se trata de una herramienta que el usuario debe conocer, utilizar y aprovechar al máximo para elegir libremente y con criterio, proteger su salud y con ello llevar unos buenos hábitos alimentarios.
Según el Real Decreto que regula la información alimentaria de los alimentos que se presentan sin envasar, se especifica que cualquier alimento que se presente sin envasar para la venta a las colectividades tendrá que declarar una serie de menciones obligatorias.
Concretamente, la denominación del alimento, las sustancias o productos que causen alergias o intolerancias, los cuáles comentamos en el anterior post: Alérgenos en restauración colectiva: qué debemos tener en cuenta, y la cantidad de un ingrediente o de una categoría de ingredientes.
Asimismo, la normativa de etiquetados en España especifica que dichas menciones se presentarán de forma escrita en etiquetas adheridas al alimento o rotulada en carteles colocados en el lugar donde los alimentos se presenten para su venta, sobre el alimento o próximo a él.
En el caso de que figure sobre el envase o en una etiqueta unida al mismo, se aconseja seguir las indicaciones del artículo 13, apartados 2 y 3, del Reglamento (UE) n.º 1169/2011, pero se mencionan especificaciones para la información de los alérgenos alimentarios.
No obstante, tendrán que estar siempre disponibles, fácilmente accesibles y claramente legibles en el caso de que estén escritas.
A continuación, os indicamos qué aspectos tener en cuenta en el etiquetado de los alimentos no envasados durante las diferentes etapas del proceso de manipulación de alimentos en colectividades.
¿Qué tener en cuenta en la recepción de la materia prima?
- Tenemos que identificar que las materias primas que están sin envasar y que vayamos a utilizar proceden de proveedores autorizados y que comprobar que se han identificado bien los alérgenos. Para ello, revisaremos la ficha técnica del alimento.
- Evitaremos el uso de productos no envasados que no estén etiquetados adecuadamente o que no cumplan con la normativa de etiquetados de España.
¿Qué tener en cuenta en el almacenamiento de los alimentos no envasados?
- Si preparamos un plato y sobra, lo guardaremos en otro envase perfectamente rotulado. Para identificar los alérgenos de forma escrita, podremos emplear diferentes colores, las mayúsculas, el subrayado o un cuadro aparte con un signo de exclamación.
- Lo almacenaremos protegido de la contaminación cruzada de otros alimentos.
- En el caso de que se trata de platos con alérgenos, deberemos de guardarlos en envases cerrados y separados del resto de alimentos, en estantes más elevados para evitar confusiones o contaminación cruzada.
- Una vez hayamos abierto el envase, no deberemos de quitar la etiqueta ni vaciar su contenido en botes de cocina y si lo hiciéramos, ¡tenemos que identifícalo!
- Si se fuera a congelar el plato, tendremos que anotar la fecha de ingreso en el electrodoméstico.
- También podría ser interesante indicar el número de raciones en la etiqueta.
¿Qué tener en cuenta en la elaboración y preparación de alimentos no envasados?
- Desaconsejamos emplear alimentos que no dispongan de etiquetado, ya que pueden suponer un riesgo para el consumidor.
- A la hora de escoger el alimento, tendremos que fijarnos que las etiquetas están visibles, tal y como lo indica el reglamento de etiquetado de alimentos.
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